El éxito en el sector empresarial no se limita a la búsqueda de ideas innovadoras, sino que también está relacionado con la protección y comercialización efectivas de dichas ideas. Por lo tanto, para que los empresarios protejan sus empresas, eviten litigios y continúen sus actividades empresariales, debe garantizarse el cumplimiento de la ley en todas las fases. En este contexto, los derechos de propiedad intelectual e industrial que protegen al empresario pasan a primer plano. Los derechos de propiedad intelectual e industrial se utilizan para proteger la tecnología, la marca, el diseño y la creatividad de una empresa; y las marcas y patentes son las herramientas clave de estos derechos.
Registro de marcas
Las marcas son símbolos que las empresas utilizan para distinguir sus productos o servicios de los demás. El registro de marcas es el proceso de asegurar legalmente una marca mediante su registro. De este modo, se impide el uso de la marca por terceros y nadie que no sea el propietario de la marca puede utilizarla por ningún motivo.
De conformidad con el artículo 23 de la Ley de Propiedad Industrial turca, el periodo de protección de una marca registrada es de diez años a partir de la fecha de solicitud. Este periodo se renueva por periodos de diez años. La solicitud de renovación debe ser presentada por el titular de la marca en los seis meses anteriores a la fecha de expiración del periodo de protección y la información relativa al pago de la tasa de renovación debe remitirse a la Oficina Turca de Patentes y Marcas en el mismo plazo.
Con el registro, se otorga al titular el derecho a establecer y utilizar la marca para los productos y servicios objeto del certificado de registro. De este modo, el titular de la marca protege legalmente la marca registrada. El titular de la marca goza de derechos como el de amonestar a quienes utilicen o imiten injustamente la marca, el derecho a prohibir el uso de productos que lleven la marca y el derecho a interponer una demanda por daños materiales y morales. De lo contrario, será posible registrar la marca y obtener derechos para todos, incluidos los competidores en el mercado.
Derecho de patente
Una patente otorga privilegios al propietario del producto o al inventor en ámbitos como la venta, la comercialización, la reproducción y la producción de productos similares. Con la patente, el inventor obtiene derechos exclusivos de producción, uso y venta. El propietario de la patente tiene derecho a determinar quién puede utilizar la invención en cuestión, y otras personas no pueden utilizar o vender la invención sin el permiso del propietario.
De conformidad con el artículo 82 de la Ley de Propiedad Industrial, las patentes se conceden a invenciones en todos los campos de la tecnología, siempre que sean nuevas, contengan una actividad inventiva y sean aplicables industrialmente. De conformidad con el artículo 101 de la misma Ley, a partir de la fecha de solicitud, el periodo de protección de una patente es de veinte años y el de un modelo de utilidad es de diez años, y estos periodos no pueden prorrogarse. Las tasas anuales exigidas por la solicitud de patente o la protección de la patente se abonan durante el periodo de protección de la patente, en la fecha de finalización del segundo año a partir de la fecha de solicitud y en la fecha de vencimiento de cada año posterior.
El derecho de patente finaliza cuando se produce uno de los siguientes motivos: la expiración del periodo de protección, la renuncia del titular del derecho de patente o el impago de las tasas anuales en los plazos estipulados. La Oficina Turca de Patentes y Marcas publica que el derecho de patente ha expirado. El objeto de la patente cuyos derechos han expirado pertenece al público desde el momento en que se produce la causa de extinción.
En consecuencia, el registro de marcas y los derechos de patente son herramientas importantes que permiten a empresas y particulares proteger su creatividad y mantener su éxito comercial. Además de la garantía jurídica, cabe señalar que una marca registrada aumenta el valor, la reputación y el reconocimiento del negocio o la empresa. Así, se gana la confianza de los clientes y se consigue una ventaja competitiva. Los derechos de patente, por su parte, afectan en gran medida al éxito comercial y a la contribución de una invención a la sociedad, ya que fomentan la innovación, proporcionan una ventaja competitiva, atraen inversiones y aumentan el valor comercial.