Hoy en día, el programa de cumplimiento en materia de competencia se ha convertido en un tema destacado en nuestro país. Es un asunto que concierne a todas las empresas, especialmente a las sociedades anónimas. La importancia del tema surge principalmente de las sanciones en caso de una infracción de competencia y la pérdida de la reputación de la empresa.
Como todos reconocemos, la legislación en materia de competencia constituye una de las regulaciones más importantes de la economía de libre mercado. El objetivo principal del principio de economía de libre mercado y de las regulaciones de competencia que lo protegen es salvaguardar la competencia en el mercado y alcanzar el bienestar del consumidor.
Las regulaciones de competencia están principalmente dirigidas a prevenir cualquier actitud, comportamiento y/o contrato que restrinja la competencia. Para este fin, se han establecido multas excesivas como sanción por violaciones a las regulaciones de competencia. En este sentido, las multas son mayores que el beneficio obtenido como resultado de la infracción de competencia. Así, se busca prevenir que las empresas actúen en contra de las regulaciones de competencia y eviten las sanciones que podrían enfrentar como resultado. Además, no debe ignorarse la pérdida de reputación, que tiene un impacto negativo y puede presentarse como daños morales.
Al examinar el marco de las regulaciones generales del Derecho Turco, se observa que el Código de Comercio de Turquía no impone una obligación a las empresas de desarrollar un programa de cumplimiento en materia de competencia. Sin embargo, el Código de Comercio de Turquía regula que las entidades jurídicas corporativas deben actuar dentro del principio de diligencia del buen padre de familia. Por lo tanto, las entidades jurídicas son responsables dentro del marco del Código de Comercio de Turquía en caso de una infracción de competencia causada por no actuar con prudencia.
Además, aunque las actitudes, acciones y contratos que constituyen una infracción de competencia son creados por una empresa, está claro que estas violaciones son llevadas a cabo por gerentes o empleados. De igual manera, las regulaciones sobre la responsabilidad de los gerentes de la empresa en caso de actuar contrariamente a su deber de cuidado están incluidas en el Código de Comercio de Turquía. En este sentido, debe recordarse que, en caso de una violación de las leyes de competencia dentro de la empresa, tanto la empresa como el gerente serán responsables.
Además de las regulaciones generales del Código de Comercio de Turquía, también existe una legislación específica en nuestro país dentro del marco del derecho de competencia, y la Autoridad de Competencia supervisa a las empresas respecto al cumplimiento de esta legislación. Dentro del alcance de esta legislación, además de la entidad jurídica de la empresa y sus ejecutivos, cada empleado que cause una infracción de competencia por sus acciones también es responsable y está sujeto a sanciones personales. Por lo tanto, es de suma importancia que los empleados no provoquen ninguna infracción de competencia mediante sus acciones.
Tambien debe enfatizarse que las sanciones determinadas por violaciones a las regulaciones de competencia no dependen de la responsabilidad personal. Por lo tanto, las consecuencias de las violaciones, sean intencionales o no, pueden tener un efecto devastador tanto para la empresa como para los empleados. Por esta razón, es necesario concienciar a la empresa y, por ende, a los empleados, dentro del marco de las regulaciones en materia de competencia y sobre qué acciones pueden constituir una violación. Según la experiencia obtenida tras las inspecciones realizadas por la Autoridad de Competencia, se reconoce que las empresas suelen desconocer que están violando las regulaciones en materia de competencia. Sin embargo, conocer los riesgos y qué acciones constituyen violaciones de competencia de antemano resolvería muchos problemas, como las excesivas sanciones administrativas que podrían enfrentar más adelante.
Considerando lo anterior, debe destacarse que el cumplimiento de las regulaciones en materia de competencia está aumentando gradualmente. Tras las multas excesivas que las empresas han tenido que enfrentar y que son conocidas por el público, muchas empresas han comenzado a actuar de acuerdo con las regulaciones y también se han motivado para tomar medidas respecto al cumplimiento en materia de competencia. Sin embargo, se observa que los estudios no se han vuelto lo suficientemente extensos o no se han convertido en una práctica permanente hasta ahora. Por esta razón, debe recordarse una vez más la gran importancia de los programas de cumplimiento en materia de competencia.
Es altamente importante que las empresas no desarrollen estos programas de forma independiente de su cultura corporativa. De lo contrario, la implementación y/o estabilidad del programa no serán alcanzables. Nuevamente, sería más beneficioso implementarlos como un reflejo de la tradición de la empresa de actuar de acuerdo con las regulaciones y no evaluar estos programas como una obligación. Así, se garantizará que los empleados no tengan dudas sobre los objetivos de la empresa en esta dirección.
En primer lugar, para crear un programa sostenible, se deben identificar las deficiencias en la organización existente y las actitudes, comportamientos y acciones que puedan resultar en infracciones de competencia. En consecuencia, se garantizará que cada empresa tome medidas para detectar y eliminar el problema en su organización actual. Sería útil presentar este sistema a los empleados, explicarlo en un lenguaje claro, enfatizar el propósito del sistema y también evaluar la necesidad de sanciones y/o recompensas durante la implementación del sistema. En este contexto, es necesario proporcionar capacitaciones regulares sobre derecho de competencia a los empleados. Además, también es de suma importancia que el sistema introducido sea auditable. Así, será posible determinar las tendencias de los empleados y cómo estas tendencias pueden ser dirigidas ante un incidente. También se pueden desarrollar servicios de denuncia y líneas de asesoramiento de acuerdo con la cultura corporativa. De este modo, se garantizará que los empleados adopten el sistema fácilmente y puedan recibir apoyo en caso de necesidad. Eventualmente, esto será un indicador crucial de la disposición de una empresa para actuar en consecuencia en este tema.
Es altamente importante que las empresas reciban apoyo legal y técnico profesional en temas como el establecimiento del sistema en cuestión, determinar su situación actual, capacitar a sus empleados y garantizar la sostenibilidad del sistema. Otro tema significativo para las personas que apoyan a la empresa es conocer el sector en el que opera la empresa y reconocer la perspectiva de la Autoridad de Competencia sobre el sector en cuestión. Asimismo, estar familiarizado con la estructura de la empresa y analizar los posibles riesgos que puedan constituir una infracción de competencia son esenciales en términos de apoyo.
Con la implementación de lo anterior, aunque no se puedan controlar las acciones de la empresa y sus empleados, los riesgos de realizar acciones anticompetitivas se reducirán considerablemente. Además, en muchos países, las autoridades de competencia aceptan la existencia del programa de cumplimiento en materia de competencia de la empresa como una razón para la reducción de sanciones. Aunque la Autoridad de Competencia aún no ha implementado tal práctica en este tema en nuestro país, creemos que será inevitable que la Autoridad de Competencia reconozca la existencia de un programa de cumplimiento en materia de competencia como una razón para la reducción de sanciones eventualmente.