El Derecho mercantil internacional regula las relaciones económicas mundiales e influye en las interacciones entre países, organizaciones internacionales, empresas multinacionales y otros agentes comerciales. Con la globalización, el comercio abarca ahora algo más que el intercambio de bienes y servicios, incluidas las inversiones, la transferencia de tecnología, el comercio digital, los derechos de propiedad intelectual y las transacciones financieras. Por lo tanto, el Derecho mercantil internacional es fundamental para garantizar un comercio internacional más justo, seguro y regulado.
I. Marco jurídico del comercio internacional
Los pilares del Derecho mercantil internacional incluyen las normas y reglamentos relativos al comercio mundial.
- Organización Mundial del Comercio («OMC»): La OMC ha servido para definir normas comerciales, resolver disputas comerciales y sostener el comercio mundial a través de regulaciones exhaustivas desde 1995. Regula el comercio transfronterizo y supervisa los acuerdos comerciales multilaterales.
- Acuerdos comerciales bilaterales: Los países celebran acuerdos comerciales bilaterales para ampliar el comercio mundial y reducir las barreras comerciales. Estos acuerdos permiten a las partes acordar las condiciones comerciales, los aranceles, las inversiones, la fiscalidad y otras políticas comerciales. Por ejemplo, los países pueden adaptarse a las políticas comerciales de la Unión Europea («UE») con sus Acuerdos de Libre Comercio («ALC») con la UE.
- Derechos de propiedad intelectual: La propiedad intelectual es un aspecto importante del comercio internacional. De hecho, el buen funcionamiento del comercio mundial requiere la protección de los derechos de propiedad intelectual. En este contexto, la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual («OMPI») y el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio («ADPIC»), el acuerdo internacional más completo sobre propiedad intelectual, proponen importantes normativas para la protección de la propiedad intelectual.
- Pagos internacionales y reglamentos financieros: El aspecto financiero del comercio internacional implica elementos significativos como los tipos de cambio, los sistemas de pago, los préstamos y las garantías financieras. Los pagos relacionados con el comercio y las transacciones financieras dan forma a la economía mundial y, por lo tanto, deben regularse. Además, las crisis financieras mundiales y las fluctuaciones económicas hacen necesaria una normativa más estricta en este campo.
II. Unificación del Derecho Mercantil Internacional
La regulación del comercio internacional puede dar lugar a incertidumbres y disputas jurídicas debido a las diferencias entre los sistemas jurídicos, las normas culturales, los objetivos económicos y el desarrollo comercial de los países. Dado que esta situación amenaza la viabilidad del comercio internacional, la unificación del Derecho mercantil internacional, es decir, la armonización de normas y estándares para el comercio mundial, es una necesidad actual.
Al reducir la inseguridad jurídica, la unificación del Derecho mercantil internacional aumentará la previsibilidad y la seguridad del comercio internacional y ayudará a resolver los litigios de forma rápida y eficaz.
La Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional («CNUDMI») ha contribuido significativamente a la regulación del comercio internacional. Adoptada el 11 de abril de 1980, la Convención de las Naciones Unidas sobre los Contratos de Compraventa Internacional de Mercaderías («CISG») de la CNUDMI ofrece normas uniformes para la compraventa de mercancías entre países comerciantes. La CISG establece una norma internacional para elementos comerciales básicos como la validez de los contratos, la entrega de las mercancías y el pago. Ratificada en todo el mundo, la CISG desempeña un papel fundamental en la armonización de las normas del comercio mundial. Por otra parte, el Convenio relativo al contrato de transporte internacional de mercancías por carretera («CMR»), de 19 de mayo de 1956, y su Protocolo de 5 de julio de 1978, normalizan las condiciones del transporte internacional por carretera y establecen requisitos para los documentos de transporte y los transportistas. El Convenio de las Naciones Unidas sobre el Contrato de Transporte Internacional de Mercancías Total o Parcialmente Marítimo de 2008, conocido como las Reglas de Rotterdam, también contiene normas cruciales. En esencia, las Reglas de Rotterdam proponen nuevas normas relativas al comercio electrónico, la responsabilidad del transportista, las partes marítimas y el arbitraje.
La CNUDMI también introdujo algunas leyes modelo con este fin, como la Ley Modelo sobre Arbitraje Comercial Internacional, la Ley Modelo sobre Comercio Electrónico y la Ley Modelo sobre Firmas Electrónicas.
La CNUDMI y el Instituto Internacional para la Unificación del Derecho Privado («UNIDROIT») publicaron guías jurídicas, como la Guía jurídica de la CNUDMI sobre las operaciones de comercio compensatorio internacional y sobre la redacción de contratos internacionales para la construcción de obras industriales, y la Guía del UNIDROIT sobre los contratos marco internacionales de franquicia.
Aparte de los reglamentos, los tribunales comerciales internacionales y los tribunales de arbitraje son fundamentales para la resolución de litigios comerciales. Las normas mundiales de arbitraje proporcionan un marco común para la liberalización del comercio y la resolución eficaz de litigios. De hecho, los reglamentos propuestos por la Cámara de Comercio Internacional («CCI»), el Centro Internacional para la Resolución de Disputas («ICDR») de la Asociación Americana de Arbitraje y el Centro Internacional de Arbitraje de Singapur («SIAC»), así como autoridades como el Tribunal Comercial Internacional de Singapur, el Tribunal Comercial Internacional de China y el Tribunal Comercial de los Países Bajos contribuyen a la unificación del derecho mercantil internacional.
III. Conclusión
La unificación del Derecho mercantil internacional es esencial para promover el comercio internacional. Un derecho mercantil internacional uniforme tranquilizará a los agentes comerciales al reducir las incertidumbres jurídicas y les ayudará a resolver los litigios comerciales con rapidez y eficacia. Aunque se han logrado algunos avances en este ámbito, es necesario intensificar los esfuerzos en cantidad y calidad.